la vida simple

La sencillez como alternativa de futuro
�Necesitamos vivir simplemente
para que otros puedan
simplemente vivir�. Mahatma Gandhi


�Vuestro Padre sabe lo que os hace falta.
Buscad su Reino
y lo dem�s se os dar� por a�adidura...
Vended vuestros bienes y dad limosna.
Procuraos bolsas que no envejezcan,
un tesoro inagotable en el cielo,
donde los ladrones no llegan ni los roe la polilla.
Pues, donde est� vuestro tesoro,
est� vuestro coraz�n�.

Lucas 12, 30-34

Si formamos parte de la gente m�s rica de la Tierra, �por qu� no somos los m�s felices? �Es posible dejar atr�s los ritmos acelerados de la vida actual y buscar alternativas que llenen nuestra existencia? �Es posible mejorar la calidad de vida consumiendo menos? �Es posible vivir en mayor armon�a con los ritmos de la naturaleza y de nuestro cuerpo?

La cultura occidental, capitalista y neoliberal prosigue su marcha inexorable hacia un mundo cada d�a m�s sofisticado y artificial, proyectando en el resto del planeta la misma fascinaci�n y culto al dinero, la prisa, la movilidad, el consumo, la competitividad, el trabajo deshumanizante, la acumulaci�n, el �xito, la imagen, las drogas de todo tipo, la realidad virtual que desfigura la vida... Como becerros de oro, son nuevos �dolos que exigen la sumisi�n total de sus fieles. La publicidad, verdadero compendio de todas las ciencias, se encarga de programarnos para que no nos escapemos de este para�so-jaula dise�ado por los departamentos de m�rketing.

Las estad�sticas no cesan de darnos datos preocupantes: utilizamos y despilfarramos m�s recursos de los que el planeta puede dar. Un quinto de la humanidad consume m�s que las otras cuatro quintas partes, que viven en situaci�n de pobreza. Aumenta la tensi�n, el estr�s, las relaciones humanas de quita y pon, la falta de tiempo para el silencio y la introspecci�n, la comida basura, la atm�sfera enrarecida, el agujero de la capa de ozono... Se nos invita a ir hasta el �ltimo rinc�n del planeta mientras seguimos sin conocer a los vecinos de nuestra escalera ni la vida interna de nuestro pueblo o barrio� o la de nuestros seres m�s queridos.

�Un programa de vida que contrarreste esta tendencia? Optar por la simplicidad voluntaria. Ser m�s libres interior y exteriormente. Ser m�s personas. Vivir con una mayor armon�a entre el cuerpo y el esp�ritu. Redescubrir la belleza de la naturaleza y de las relaciones humanas profundas. Encontrar formas m�s naturales de re-crearnos, de usar nuestro tiempo libre, de enriquecer la mente y restablecer nuestras fuerzas. Depender menos de las cosas para sentirnos felices. Hacer que nuestras vidas tengan menos ataduras y dependencias. Ser m�s desprendidos y m�s solidarios. Ser, en definitiva, como Jes�s.

Jes�s es el hombre sencillo por excelencia. Totalmente desprendido, se pone siempre en las manos del Padre y conf�a. Invita a sus disc�pulos a vivir sin acumular, a no preocuparse por cosas innecesarias, a ser pobres de esp�ritu, a repartir lo que sobra y a�n lo que se precisa con los m�s necesitados, a orar con confianza plena en tiempos de escasez, a fiarnos de la gente que el Padre pondr� en el camino para ayudarnos. S�lo los sencillos y humildes pueden entender su mensaje.

La Iglesia ha vivido este tema en eterna dial�ctica, cayendo en la tentaci�n de amasar riqueza y poder y de hacer complejo, sofisticado, barroco y distante lo que en un principio era sencillo y asequible a la gente. Por ello ha tenido que ser sacudida cada cierto tiempo por profetas como los padres y madres del desierto, Francisco de As�s, Carlos de Foucault, Dorothy Day, Juan XXIII,�

El Esp�ritu Santo sigue alentando hoy la respuesta generosa de personas que, desde opciones humanistas o planteamientos religiosos, nos alertan con su testimonio del peligro y nos invitan a vivir vidas m�s sencillas. Son muchos ya los que, interesados en algunas de las m�ltiples �reas de la vida simple, se han "echado al monte" y han comenzado a caminar por senderos alternativos.

�Por d�nde empezar? En el presente n�mero publicamos una apretada colecci�n de art�culos, materiales y sugerencias que esperamos sirvan de gu�a para orientarnos en tan necesario tema. Esperamos que sean de utilidad. No obstante, dada su importancia, seguiremos publicando art�culos sueltos en los pr�ximos n�meros que profundicen en la opci�n evang�lica por una vida m�s sencilla.