Un
minuto sirve para sonreír.
Sonreír para el otro, para tí y para la vida.
Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume
de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del
agua.
Se requiere apenas de un minuto para evaluar la inmensidad del infinito,
aunque sin poder entenderlo.
Un minuto apenas para escuchar el canto de los pájaros.
Un minuto sirve para oír el silencio, o comenzar una canción.
Es en un minuto en que uno dice el "sí" o el "no"
que cambiará toda su vida.
Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.
Un minuto para sentir la responsabilidad pesar en los hombros, la
tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la
soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría
de la victoria.
En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar,
crer, vencer y ser.
En un simple minuto se puede salvar una vida.
Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.
Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar o de una vida.
Basta un minuto de atención para hacer feliz a un hijo, un padre, un
amigo, un alumno, un profesor, un semejante.
Solo un minuto para entender que la eternidad está hecha de minutos.
De todos los minutos bien vividos.
Un minuto... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta... pero también
cuántas veces traemos a nuestras vidas los recuerdos de los minutos
vividos llenos de felicidad, de alegría y también de tristezas.
Decimos "un minuto" y nos parece nada.
Pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un
amigo que se va para siempre, cómo se valora ese minuto que hace que
lleguemos tarde a nuestros trabajos, cómo se espera ese minuto que nos
lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese
minuto en que nos entregan a nuestro hijo al nacer, y cómo también
deseamos que la vida le otorgue más minutos a quien la muerte separará
físicamente de nosotros y no veremos más.
Un minuto... parece increíble... parece tan poquito y sin embargo puede
dejar una huella tan profunda en nuestra vida.
Lo importante es no vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo.
Alguien alguna vez dijo: "Vive cada minuto como si fuera el
último".
Si todos recordáramos esa frase a diario aprenderíamos a vivir la vida
intensamente.
Aprenderíamos a no posponer las emociones más lindas de la vida
pensando que "si no es hoy será mañana".
Tu tiempo es ahora... el futuro es incierto...
Vive cada minuto intensamente.
La vida es Hoy... Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás
de los latidos de tu corazón.
anonimo
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