ABRIR Y CERRAR II parte

Estando en el tiempo del tiempo, donde uno va mirando sus puertas, aquellas que pueden abrirse y cerrarse, en la anterior reflexion, habiamos hablado sobre lo que es cerrar una puerta, os acordais?.

pues bien, creo que ya hicimos memoria, aunque a veces falla pero siempre efectiva, en estos dias, fui viajando al rededor de mi, alli pense como a veces las personas dejamos pasar los mejores momentos de nuestras vivencias, individuales como tambien grupales.

Sin darnos cuenta, se abren muchas puertas, con vistas a nuestro futuro, con vistas a nuestra vida afectiva, a nuestra convivencia y etc etc etc. Pero como somos humanos y a veces en ves de abrir estas puertas hacemos lo imposible por cerrarlos, con pretextos enormes que nuestra cabecita va revoloteando sin prisa pero si con mucho astucia, hasta hacernos decir, nadie me quiere todos me cierran la puert.

Sera que nos han cerrado la puerto o nos hemos cerrado sin querer.

fijemonos una puerta, hagamos ese juego de cerrar y abrir, cerrar y abrir, a ver que conclusion sacamos, os comento que tambien hago algunas veces, para darme cuenta asi somos las personas a veces quedamos dentro y en muchas otra fuera de ellas.

Las puertas se pueden abrir siempre y cuando nosotros queramos que se habran y estemos atentos a todo aquello que debemos realizara con mucho corazon y sobre todo mucha conviccion. El otro dia me escribio una personita que leyo mi blog, y me dijo: a veces las puertes se interpretan de diferentes modos.

Cerrar una una puerta puede significar, cerrar una historia pasada, ustedes creen que puede ser a si? creo que en algo tiene razon en que a veces tenemos historias pasadas que nunca terminamos de cerrarlos.

Abiertas o cerradas, sin llaves o clausuradas, fáciles de abrir o complicadas, así pueden ser las puertas del corazón… Muchas veces son invisibles y hay quienes pasan de largo sin lograr ver que están abiertas esperando a que alguien se asome y se atreva a entrar en él…

ahora es trabajo nuestro entrar a estas puertas abiertas, o simplemente dejarlos cerrados para nunca mas abrirlos, pero se que muchos de nosotros no tenemos el corazon mas duro que una piedra, mas al contrario tenemos y debemos tener un corazon de arcilla que se deje moldear al compas de las circunstancias y sobre todo al compas de nuestra vivencia.